sábado, 21 de mayo de 2011

Un niño y su abuelo paseaban por la ciudad y al pasar por una plaza el abuelo se detuvo.
El niño le preguntaba que por qué siempre que pasaban por allí hacía lo mismo, por qué se paraba siempre si era una plaza en la que no había gente, ni nada que ver o hacer.
Y el abuelo siempre le contestaba lo mismo, "chico, en esta plaza naciste tú y nacimos todos de nuevo..." 
Siguieron andando, y dejaron atrás la plaza. Pero el niño seguía sin entender como era posible eso de volver a nacer.