sábado, 2 de febrero de 2019

LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME

Sin duda, no fue fácil llegar hasta aquí. 
Sin duda, no será fácil volver...

Tras doce meses de extremos, de altibajos, de calma y locura a la vez, de distancias y silencios, pero también, de mucho ruido y de mucho amor; tras estos doce meses, toca de nuevo pensar en cómo hacer las maletas, pensar en el viaje de regreso, pensar en lo que dejamos atrás y en lo que nos espera al otro lado del charco.

Ciudad a la que me resistí a venir por primera vez, a la que sin quererlo prejuzgué en demasía, y por tanto, me equivoqué con mis prejuicios. Como siempre. Ciudad que en su momento me dio frescura y locura, me dio aventuras, me dio mucho jazz, me dio unos cuantos amigos, uno de ellos de los que perduran por siempre. Me dio don de gentes, me hizo mirar con otros ojos, y sin duda, me abrió los oídos y el corazón. La dejé con cariño y pena, sin pensar en volver a vivir aquí de nuevo, pero pronto el destino nos deparaba una nueva locura...

Final de residencia, te haces mayor dicen, final de etapa, maduras... dicen. Final y principio, siempre de la mano. Principio de lo que en teoría iba a ser un año de esos que pasan volando... Pero qué suerte la mía, de que ese año se haya hecho a un ritmo impreciso e inconstante, a un ritmo a veces frenético y a veces pausado, un año que he podido disfrutar a mi propio ritmo, qué gran suerte la mía.

Me siento afortunada y agradecida, por tantas cosas buenas que me ha dado y me esta dando esta ciudad. Me ha dado más amigos, de los que se quedan para siempre; me ha dado coraje, para superar lo que venga después; me ha dado muchas alegrías y algún que otro disgusto; me ha dado mucho jazz, mucha mucha música; me ha abierto todavía más los ojos y el corazón; y al final, se me ha metido tan dentro, que la ciudad que nunca duerme se ha quedado a dormir conmigo...
Sin duda, no fue fácil llegar, pero la vuelta será dura...

La ciudad que nunca duerme, es sin duda, ciudad en la que me quedaría una y otra vez más a dormir.


sábado, 1 de septiembre de 2018

DANI



Dani es coger aire fresco y que entre por completo en mis pulmones. Aire que te recorre la columna vertebral, que te rodea el corazón y que se te acaba metiendo en las entrañas para terminar elevando tus comisuras bucales en una sonrisa. A veces ese aire consigue incluso llenar tus ojos de lágrimas que se evaporan con un suspiro. Ese aire, es Dani.

Dani es poesía, es un baile de dos náufragos que encuentran la orilla, es una danza de tribus en temporada de lluvias, es un grupo de niños jugando en el patio, es la lluvia, el sol y el viento a la vez. Dani es agua, es tierra y puede ser fuego.

No hay forma de describirlo con palabras, a Dani hay que sentirlo, hay que llevarlo dentro cómo lo llevo yo.

Reorganizando mi desastroso ordenador encontré esta entrada en mis borradores... 

Año 2010, imagino que en Salamanca... 

Perdidos, confusos, a veces no sabemos ni quien somos, confundidos, escondidos entre los restos de lo que un día fuimos, de lo que llegamos a ser, de aquello que marcó a otros y nos hizo ser quienes éramos, fuimos, somos...

A veces se nos olvida pero somos alguien, somos nosotros, somos todo lo que tenemos, lo más grande, somos personas que escuchamos, que miramos, observamos, vemos, hablamos, tocamos, sentimos, acariciamos, dudamos, queremos, amamos,... 

Somos grandiosos, tenemos una vida, nuestro mayor regalo. Aprovechemosla, y hagamos algo de lo que realmente nos sintamos orgullosos, sin gastarla, poco a poco, vivida intensamente, como si mañana fuese a terminarse en un instante, podría ser, pero mientras, ¡vivamos!

Sin miedo, con paso firme y adelante, podrás caer pero es más fácil levantarte la segunda vez...


martes, 5 de marzo de 2013



De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Recién acabada la subida más dura, llegas a lo alto y divisas el cielo cubierto de nubes. Todo se torna de colores distintos a los que estabas acostumbrado. Todo es extraño y nuevo. Todo te da miedo desde allá arriba. Quieres bajar lo más rápido posible pero el camino es complicado y la bajada aconseja lentitud.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Decisiones futuras colman tu presente próximo. Rebosan durante los solitarios momentos y nunca desembocan en soluciones oportunas. Es entonces cuando la luz vuelve a ti a decirte que dejes tu mente en blanco si de verdad pretendes conseguir la evolución.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Camino contigo hacia la novedad deseada. Me siento y espero noticias que despierten mi ilusión escondida. Me siento y observo cómo pasan los días llenos de espacios incompletos. Me siento y atiendo a los inesperados momentos en los que la risa es la reina.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Me toca porque después de este tiempo necesito que el árbol plantado me de los frutos. Me toca porque he mimado hasta el último detalle. Me toca porque el "te lo mereces" ha colmado mis oídos. Me toca porque muchas piezas del puzzle empiezan a encajar.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Guardar en cajas los folios repletos de esquemas, los subrayadores a medio gastar, los cuadernos hechos trizas de tanto pasar página. Volver a llenar cajas con libros y maletas con ropa. Volver a despedidas, abrazos y besos. Volver a buscar para encontrar. Volver a ilusionarme contigo.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

A veces queremos correr más que el tiempo pero, cuando eres observador, te das cuenta de que lo mejor sería ir lento, muy lento, para que esta búsqueda no acabase nunca.


De cambio en cambio y tiro porque me toca.

viernes, 26 de octubre de 2012

Noches de cantautor, en las que nada cambia, en las que los recuerdos inalterados vagan por la mente sin poder detenerlos, sin querer detenerlos.

Pasos detrás de zancadas, volver al principio para echar un vistazo al futuro, empezar algo que no sabes cómo acabará, acertar sin saber lo que significa esa palabra, miedo al desastre sin preaviso, asustadizos momentos de felicidad que llegan con prisas.

La soledad asusta de lo inmensa que parece, te rodea por completo con sus brazos gigantes y te acompaña en noches vacías, llenas de lágrimas.

A veces, el espejo refleja otra cara más alegre, otros ojos mucho más astutos, otra sonrisa más pícara, otro pelo totalmente alborotado, otro cutis más perfecto...

Quizás, la solución sea irnos a vivir allí cómo ya lo hizo Alicia.
Quizás, sólo sea necesario mirar la otra cara de las situaciones que rodean nuestro mundo.
Quizás, simplemente seamos felices.


lunes, 9 de abril de 2012

San Pedro


Levantarse temprano con el sonido de las aves, tras largas noches de sueño entrecortado por ráfagas de viento. 
Entrar en calor con los primeros rayos del día, vestirse sin salir de la cama, algo de comer y empieza un nuevo día.
Arrancar, subir y bajar, piedras, caminos, vistas impresionantes, compañia inmejorable, la tuya.
Gente, saludos, ganas de vivir, sin parar de dar pasos y más pasos hasta la meta planeada, o inesperada.
Tranquilidad en medio de la nada, sin ruido, sin prisas, sin quehaceres...
Llegar y tumbarse al sol, a recibir la brisa, a no pensar...
Lástima que lo bueno si breve dos veces bueno, se acabó pronto, la rutina vuelve al orden del día, las obligaciones se hacen hueco en tu agenda, los coches vuelven a llenar las calles, bullicio y ruidos por doquier.
Prefiero insomnio en colchón inflable que sueño profundo en mi cama vacía.
Cualquier recuerdo dibuja en mi cara una sonrisa, y con eso me basta.

jueves, 26 de enero de 2012

BRISA

Corres más rápido de lo que sopla el viento, consigues elevarte en medio del huracan para dejar de rozar el suelo, bates una y otra vez tus alas, ansiando la llegada de la libertad prometida.
Una vez que consigues emprender el vuelo te das cuenta de todo lo que dejaste en tierra y te cuesta batir las alas cada vez más.
Tú has elegido el rumbo, no existe destino, puedes cambiar la dirección en cualquier momento, puedes regresar y nada habrá pasado... pero no lo haces.
Ahuyentas el resentimiento y la culpa, renuncias constantemente a la pena, te arriesgas con la locura, cedes a la pereza, te sientes ligero, veloz, una ráfaga de sonrisas te acompaña, estás cerca.... pero no puedes parar de batir tus alas, y sabes que no lo harás.