lunes, 9 de abril de 2012

San Pedro


Levantarse temprano con el sonido de las aves, tras largas noches de sueño entrecortado por ráfagas de viento. 
Entrar en calor con los primeros rayos del día, vestirse sin salir de la cama, algo de comer y empieza un nuevo día.
Arrancar, subir y bajar, piedras, caminos, vistas impresionantes, compañia inmejorable, la tuya.
Gente, saludos, ganas de vivir, sin parar de dar pasos y más pasos hasta la meta planeada, o inesperada.
Tranquilidad en medio de la nada, sin ruido, sin prisas, sin quehaceres...
Llegar y tumbarse al sol, a recibir la brisa, a no pensar...
Lástima que lo bueno si breve dos veces bueno, se acabó pronto, la rutina vuelve al orden del día, las obligaciones se hacen hueco en tu agenda, los coches vuelven a llenar las calles, bullicio y ruidos por doquier.
Prefiero insomnio en colchón inflable que sueño profundo en mi cama vacía.
Cualquier recuerdo dibuja en mi cara una sonrisa, y con eso me basta.

1 comentario:

  1. El picapinos era nuestro despertador natural.... y el viento nuestro amigo de las noches, jejeje además del "frío" xD.
    Deseo volver a montar la canadiense otra vez en el coche... aunque prefiero una menos aparatosa xD....
    Yo si que te quiero

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