martes, 5 de marzo de 2013



De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Recién acabada la subida más dura, llegas a lo alto y divisas el cielo cubierto de nubes. Todo se torna de colores distintos a los que estabas acostumbrado. Todo es extraño y nuevo. Todo te da miedo desde allá arriba. Quieres bajar lo más rápido posible pero el camino es complicado y la bajada aconseja lentitud.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Decisiones futuras colman tu presente próximo. Rebosan durante los solitarios momentos y nunca desembocan en soluciones oportunas. Es entonces cuando la luz vuelve a ti a decirte que dejes tu mente en blanco si de verdad pretendes conseguir la evolución.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Camino contigo hacia la novedad deseada. Me siento y espero noticias que despierten mi ilusión escondida. Me siento y observo cómo pasan los días llenos de espacios incompletos. Me siento y atiendo a los inesperados momentos en los que la risa es la reina.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Me toca porque después de este tiempo necesito que el árbol plantado me de los frutos. Me toca porque he mimado hasta el último detalle. Me toca porque el "te lo mereces" ha colmado mis oídos. Me toca porque muchas piezas del puzzle empiezan a encajar.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

Guardar en cajas los folios repletos de esquemas, los subrayadores a medio gastar, los cuadernos hechos trizas de tanto pasar página. Volver a llenar cajas con libros y maletas con ropa. Volver a despedidas, abrazos y besos. Volver a buscar para encontrar. Volver a ilusionarme contigo.

De cambio en cambio y tiro porque me toca.

A veces queremos correr más que el tiempo pero, cuando eres observador, te das cuenta de que lo mejor sería ir lento, muy lento, para que esta búsqueda no acabase nunca.


De cambio en cambio y tiro porque me toca.

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